12 de octubre de 2024

"Ser a la vez el pez y la pecera": Lectura del poeta Federico Espinosa





Por Federico Espinosa (1)


Ser a la vez el pez y la pecera, ser los ojos y el mundo, ser el cuerpo y el alma, el juego poético de Cristián Basso busca lo trascendental, ir por el camino de la palabra desmenuzando el mundo que habita y, a la vez, el mundo que habita al poeta.

“Y entre las multitudes ser ninguno”: disolverse, volverse la nada misma un acto de sacrificio, la carta marcada en la mano llena de soledad de alguien que puede ser Cristián o algún otro, quizás la sombra del poeta buscando la luz entre las letras del poema.

El camino del libro está lleno de portales hacia el afuera y hacia al adentro del poeta; una búsqueda constante para tratar de entender lo que habito y lo que me habita, dos mundos para los ojos de un solo hombre. 

“El mar es un sueño de junio”, nos dice en el poema "Veleros". ¿Qué se sueña cuando la nostalgia del recuerdo ha invadido la sangre? Quizás la hombría de reconocer que el tiempo ya es otro, como diría Pablo Neruda: “Nosotros los de entonces ya no somos los mismos”. 

Los poemas del libro caen suaves como una llovizna sobre los pinos verdes del sur, se van desarrollando, florecen, explotan como las flores al llegar la primavera. Al final, como nos dice en el poema "Capricho de cadenas", “El cuerpo cederá al traje/ y luego el traje a la voz/ y, al final, la voz/ a la sorpresa”.

La magia vive en las palabras de la poesía. El poeta es un alfarero creando latidos entre hoja y hoja, un leve arroyo corre por la imaginación del lector, luego puede aparecer un rÍo o tal vez la pecera desde donde Cristián cuenta. Nos deja leer su mirada, nos deja entender un poco más su alma. 

“El era árbol/ al centro de la niebla”: una imagen que traslada, una imagen plagada de soledad, una imagen bella en su simplicidad y profunda en su sentido. Por esta línea y por cada poema del libro es que vale la pena atreverse a ser ese pez y la pecera.

(1) Federico Espinosa (Junín de Los Andes, Argentina) es autor de los poemarios Hombres de arena, Diario de un Ocaso, Intemperie, El Privado, Dame tu fuerza, Pegaso; Parque Industrial  y El buey que ara la noche


En:https://vozdearena.blogspot.com/2024/10/lectura-de-ser-la-vez-el-pez-y-la.html

17 de agosto de 2024

Imágenes de la presentación de "Ser a la vez el pez y la pecera", por Antonia Rozas

Antonia Rozas es una talentosa artista chilena que nos acompañó el día de la presentación del nuevo libro de poemas y captó, con su mirada artística, las siguientes imágenes. ¡Mil gracias!


Lectura de poemas


Momento de firma de ejemplares con Teresa y Gonzalo Oyarzún



Cristián Basso, Paula Ilabaca y Nicolás Poblete



La escritora Paula Ilabaca lee ante la audiencia la presentación del libro



Lectura del poema "Motel"

15 de agosto de 2024

Masiva presentación de "Ser a la vez el pez y la pecera", de Cristián Basso, en el Centro de Extensión del Palacio Pereira de Santiago


Más de un centenar de asistentes participaron de la exitosa presentación del nuevo libro de Cristián Basso


Paula Ilabaca, Nicolás Poblete y Cristián Basso

Más de un centenar de asistentes acompañaron al poeta Cristián Basso en la presentación de su nuevo libro "Ser a la vez el pez y la pecera" (Editorial Cuarto Propio, 2024, 254 págs.) el 13 de agosto en el auditorio del Centro de Extensión del Palacio Pereira De Santiago. Escritores como Paula Ilabaca, Nicolás Poblete, Manuel Peña Muñoz, Luis Caroca, Héctor Hernández Montecinos y Daniel Pizarro celebraron y acompañaron la nueva publicación.


La escritora Paula Ilabaca presenta el libro de Cristián Basso



El escritor Nicolás Poblete lee el prólogo de su autoría


Presentaron la obra los escritores Paula Ilabaca y Nicolás Poblete. Moderó Josefa Vecchiola y, finalmente, el poeta leyó algunos poemas del libro, que recoge textos publicados e inéditos, formando una nueva propuesta poética que reinstala su poesía en el contexto literario actual. La lectura incluyó los poemas En casa otra vez, Estancia nocturna, Sed de laberinto, Delirio, Al salir del metro, Motel, Vuelta del temerario y Esa obsesión de ser uno sin ser otro, que da título al libro. Tras la lectura, el poeta firmó ejemplares a más de noventa personas que coparon el auditorio.


Cristián Basso agradece y presenta la obra de la artista plástica Clo Guigues, 
cuyas ilustraciones acompañan los poemas del libro.



Firma de ejemplares


Cristián Basso lee el poema "Al salir del metro"



Los poetas Héctor Hernández Montecinos y Cristián Basso

El libro se encuentra disponible para su compra en el sitio web de la Editorial Cuarto Propio y en librerías chilenas como la del GAM, librería Lolita, buscalibre.cl y pronto habrá ejemplares firmados por su autor en otras librerías.

Algunas imágenes del lanzamiento oficial






                        Cristián Basso con Leyla Soto                           

10 de julio de 2024

«Ser a la vez el pez y la pecera», el regreso poético de Cristián Basso (Cuarto Propio, 2024)



«Ser a la vez el pez y la pecera», Editorial Cuarto Propio, 2024, 255 págs.
Ilustrado por Clo Guigues y prologado por Nicolás Poblete



Nos encontramos aquí con un poeta verídico, sin duda, uno de los mejores de su generación, por su amoroso oficio, su fidelidad al ritmo que mueve al sol y las estrellas, su contundente destreza verbal. Cristián Basso ha sido capaz de conducir la forma a la emoción, haciendo de esta un impulso perdurable, digno de recordarse y celebrarse.

 

Rafael Rubio


La voz que recorre los versos de la poesía reunida del poeta Cristián Basso está estremecida por habitaciones de la memoria íntima, por puertas que se abren y objetos que llaman a nuestra observación. No solo el poeta observa: las y los lectores somos enviados a recovecos de nuestra propia intimidad. Las voces, veladas a veces, salen de los rincones y nos transportan a la naturaleza, que canta y nos saca de la realidad, pues se conecta con los influjos de nuestro ser.


Paula Ilabaca


El mundo está lejos porque el mundo es la muerte aunque se cuele por las ventanas como las canciones. En esta intimidad, en esta obra, uno es el que mira hacia dentro y el que escucha porque, en efecto, quien lee es el pez y la pecera. Esa es la maravilla. 

 

Héctor Hernández Montecinos




ARTISTA PLÁSTICA Clo Guigues ilustra el nuevo poemario 


 


«Estancia nocturna», un poema del nuevo libro

30 de junio de 2024

«Ser a la vez el pez y la pecera», nuevo libro de Cristián Basso (Editorial Cuarto Propio, 2024)

PRONTO

252 páginas de poemas reunidos, editados e inéditos, con ilustraciones de Clo Guigues y prólogo de Nicolás Poblete, acompañados por comentarios de Héctor Hernández Montecinos, Paula Ilabaca y Rafael Rubio.





14 de febrero de 2024

2024: aniversario de «Alalia»




(Ilustración de la artista francesa Clo Guigues)


SONIDO
 
 
Una lengua de pájaro
-el verde-.
La lluvia en su casa
 -y en la mía-;
dos ojos para compartir la mesa
en la llama del adobe,
en cada hoja herida al aire,
en la soledad hecha viento
a galope de agua.
Solo una voz desciende
a este silencio,
sacude los pies del abismo,
anega el canto
y lo exprime en mis manos
haciéndose arena.

«Alalia» aparece con la impronta del don, pero es logro del quehacer poético arduo, tanto como de la visión cuyo origen se desconoce. Sin obsesionarse por adquirir oficio y técnica, asume ambos en la escritura, sobreimponiendo la expresión al virtuosismo, equilibrio que consigue quien tiene qué decir, naturalmente.

Su poesía fluye como corriente fecundadora. Al enfrentarse al mutismo aparente y circundante, discierne la disyuntiva: ¿por qué la voz y no el silencio?, ¿por qué la vida y no la muerte? Comprende que absolutizar esta percepción la convierte en una falacia. Y plasma el proceso: la metamorfosis del silencio; la asperosidad del ruido primigenio; la guturalidad inicial del ser, del árbol y del pájaro; la alarma de la palabra en el tiempo lo conducen hacia el canto orgánico y la música íntima que proyectan un crecimiento de la voz, ya extrapersonal. Así, lo obvio esquiva su morbidez y ocurre la armonía de los contrarios.

La palabra se convierte en fruto que adensa lo percibido y lo intuido; capta la sombra de la vida y la luz de la muerte, y viceversa.

(Samir Nazal: prólogo a la primera edición)

23 de enero de 2024

Nadine Alemán presentó nuevo libro de cuentos en Esquel (Argentina)


Nadine Alemán presentó en Esquel (Argentina) su nuevo libro de cuentos: «Los nueve nudos del diablo», publicado por Sansón Editorial. 

 

La publicación, que se suma a sus obras «17 simples cuentos» (2006), «Letal intensidad: poemas y tangos» (2009) y «El cura y la sucia» (2012), reúne nueve relatos breves de gran intensidad y creatividad narrativa, propios de su estilo literario, que atrae  y sorprende siempre. Por supuesto que hablaremos de este conjunto de impactantes historias en una próxima reseña.






A continuación, un fragmento del relato «Alazán negro», perteneciente a esta valiosa y reciente edición:

 

ALAZÁN NEGRO

                                        

A Luis Cuadrado

 

Cuando se casan se visten de blanco. Y de blanco se visten en las playas en año nuevo. De blanco me dijeron que son las cosas finas, y la gente fina es flaca y blanca. La bondad parece que también es blanca.

 

Yo nací así. Le dijeron a mamá que yo tenía monocromatismo, que mi mundo se reduciría a la ausencia de color y que perdería agudeza visual cuando más luz hubiera. Todo al revés. Por eso sería que de chiquita me lo pasaba en el galpón, sentada en los fardos, jugando a adivinar quién pasaba por el portal y qué vendría a buscar. Y lo mejor era cuando entraba el alazán negro.

-Es un alazán, no es negro, es alazán, marrón rojizo, no es negro- me decía ofuscada Albina, una de mis cuñadas.

 

A mí no me importaba. Para mi vista sensible, percibir al alazán en el portal con sus orejas erguidas y su ronquido era de lo más placentero, prácticamente una melancolía dulce que me traía sosiego y seguridad.

-Sacate de encima a la ciega- solía decirle Albina decidida a mi hermano-. Esa chica tiene algo, ¿ves que todo lo ve al revés? Siempre tu mamá la protegió mucho, pero esta chica así trae desgracia- le horadaba Albina a mi hermano para apurar mi ausencia y a su vez, su titularidad absoluta en presencia y papeles.

 

Mis hermanos eran mellizos, y vivían hundidos en la tranquilidad de lo idéntico. Como idénticos eran ellos sus familias también lo eran. Todos tan blancos y tan iguales como sus intenciones. Idénticas.

Cada conversación que escuchaba de mis hermanos acerca de llevarme a un internado lejano, me llevaba al galpón, a los fardos a esperar la entrada del alazán y su diálogo reposado de patas inquietas y bufidos que me invitaban a caminar hasta los álamos, que me esperaban con su apaciguador sonido ondulante.

 

Más de una vez el chillido del alazán negro acompañado del manotazo les habían tirado los vasos. Los vasos que me traían mis cuñadas Blanca y Albina, siempre tan atentas con sus juguitos, vaya a saber de qué, que me llevarían lejos de este campo. Y así no más nos íbamos con el alazán hacia el bosque cercano que nos recibía en su pacífica y sinuosa oscuridad.

 

Durante mucho, mucho tiempo los cuatro Insistieron en mandarme a la iglesia, como si furtivamente pensaran que mi mundo en blanco y negro mudaría mi temperamento de hija tardía a una harpía de oscuras voluntades.   

-¿Entonces la maldad es negra? - le pregunté a la monja.

-Claro, claro, la maldad es negra- sentenció la sor mientras salía apurada de la iglesia.

 




Texto completo disponible en el blog de la autora: http://nadinealeman.blogspot.com
 


 


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