
Actividades de difusión durante noviembre
La vida nos obliga a vivir:
Y el tiempo araña y araña las puertas.
El poemario está divido en tres secciones: Alalia, Coméntame si estoy contigo y Manías. Uno de los aspectos más significativos son las ilustraciones que acompañan los versos, creadas por el artista chileno radicado en España Fernando Cordovez.
DESDE ESQUEL, PATAGONIA ARGENTINA, LA ESCRITORA NADINE ALEMÁN opina sobre Manía de Hojas
Es un gran placer leer a Cristian Basso Benelli, y el escucharlo es aún un placer mayor que hace tiempo no disfruto. Es Cristian esa manía especial de ver el mundo, ese romanticismo concreto, masculino, descriptivo. Es Cristian ese decir lo que ve en una clave poética que no hiere, que no sentencia, que solo se transforma en un suave azote certero a la intuición del lector.
Que la tierra no sabe morir, me dijo una vez. Que si me dijera que la tierra se lo dijo yo le creo, porque sus palabras son coherentes, suaves, una sutil apología de la vida, un permanecer y transcurrir sin dramatismos vanos la existencia que le toca, a su vez siendo un niño que juega con la palabra, dándole vida y voz a los elementos domésticos, personificándolos, presumiéndolos. Con su literatura pinta el retrato brutal de las escenas de la vida, donde el alma encalla, donde el recuerdo vuelve y es expuesto sobre la tela de la humana confesión.
Cristian para mí es ese niño que relata, que codifica y describe sin elogiar el dolor, sin hacer una santa apología del sufrimiento, llegando al arte por intuición; no por necesidad.
Esos descubrimientos únicos, reveladores, son exclusivos, sin duda. Solo alguien como Cristian Basso Benelli podría llegar a un concepto semejante.
Nada es a capricho, él conoce, y la meticulosidad se hace presente en este poeta, este bardo galés que así nombro por su poder sobre la palabra, por su heroísmo con la expresión. Cristian Basso Benelli representa para mí mucho en varios sentidos, pero principalmente lo sostengo como un faro al que recurro las más de las veces, con la seguridad de saber que su trabajo lo consagra, que lo define como hombre, como ser humano, como artista.
Su palabra es justa, modesta, de minuciosidad científica y de una certeza asombrosa. Cuando Cristian habla no falta ni sobra nada, y cuando Cristian escribe la magia es total.
Me provoca tal placer y tal alegría acceder al trabajo de Basso Benelli que me vuelve la ansiedad que cuando niña alguien grande me traía, y me pregunto ¿Qué ve Cristian cuando mira? ¿Acaso ve el árbol patagónico en mis ojos, al pariente celta que me antecede? ¿Qué te dice la tierra cuando llueve? Y cuando la gota se desliza por un vidrio…¿Qué ves Cristian? ¿Qué ves?
Valentina Marchant y Cristián Basso tras participar del conservatorio y lectura poética...