1 de diciembre de 2010

"Sintaxis asfalto", nueva publicación del poeta Julio Espinosa Guerra




Olifante Ediciones acaba de publicar en Zaragoza (España) el libro de poemas Sintaxis Asfalto de Julio Espinosa Guerra, obra con la que obtuvo el Premio de Poesía Isabel de Aragón, Reina de Portugal, en la categoría de poesía.


El poeta nace en Santiago de Chile en 1974. En la actualidad reside en España, donde dirige la Escuela de Escritores de Zaragoza y es colaborador habitual de la publicación madrileña Revista de Libros. Ha publicado los libros Cuando la rosa aún no existía (Imprenta UMCE, Santiago, 1996, poesía), La soledad del encuentro (Mosquito Editores, Santiago, 1999, poesía), Las metamorfosis de un animal sin paraíso (Premio de Poesía “Villa de Leganés”, España, Editorial LF, 2004), La poesía chilena del siglo XX (Visor Libros, 2005, antología), El día que fue ayer (Mago Editores, Santiago, 2006), NN (Premio Iberoamericano de Poesía Sor Juana Inés de la Cruz, Gens Editores, Madrid, 2007 y Libros La Calabaza del Diablo, Santiago de Chile, 2008) y Palabras sobre palabras: 13 poetas jóvenes de España (Santiago Inédito, Santiago de Chile, 2010). Su poesía ha sido antologada entre otras publicaciones en Todo es poesía menos la poesía: 22 poetas desde Madrid (Editorial Eneida, Madrid, 2004), Cantares: nuevas voces de la poesía chilena (LOM Ediciones, Santiago, 2005), Enjambre berlinés. Poesía Latinoamericana Actual (Ediciones Vox y Editorial Grumo, Argentina-Alemania, 2008), Fuga de la nada: dieciséis propuestas poéticas (Bohodón Ediciones, Madrid, 2009) y Maletas y mochilas: geografías mutantes (Instituto Cervantes Dublín, Irlanda, 2010). El año 1998 obtuvo la Beca de la Fundación Pablo Neruda y en 2000, la Beca de Creación Literaria del Consejo Nacional del Libro y la Lectura de Chile. Ha participado en diferentes encuentros de escritores y lecturas de poesía en Chile, España, Perú, México, Suecia, Irlanda y Alemania.


Conocí al poeta cuando estudiábamos Pedagogía en Castellano en la UMCE y él había editado su primer libro de poemas. Tras muchos años, tuve la ocasión de felicitarlo personalmente en la Feria Internacional del Libro de Santiago de este año, tras una estadía suya muy breve en Santiago. Sin duda, una poesía de las "de alto vuelo". De muestra, un poema suyo publicado en la web:


L
En los túneles de la ciudad

se esconde una geografía complementaria.

En el subterráneo de esta urbe

yace contenida otra ciudad

Sólo unos graffitis

embadurnando las paredes

da cuentade este territorio

ajeno a toda estadística.

Aunque cada día

hora de un poco más

los cimientos.

Del arcaico lenguaje.

Que se levanta sobre él.ç


(De: NN, Julio Espinosa Guerra)


Fuentes.



24 de noviembre de 2010

V Encuentro Poesía en el Valle de Colchagua (Placilla 2010)



Durante esta semana se realiza en el Valle de Colchagua la quinta versión del Encuentro de Poesía, organizado, entre otros, por el poeta Patricio Morales Lizana. Entre los poetas invitados este año se encuentran Andrés Morales, Teresa Calderón, Víctor Quezada, Raúl Zurita, Jaime Quezada y Santiago Bonhomme. También han sido invitados destacados poetas argentinos. Entre las actividades, los escritores visitarán distintas localidades y leerán sus poemas para diversos públicos.

17 de noviembre de 2010

"Manía de Hojas o la búsqueda de la totalidad" por Nadia Norambuena (Presentación de la obra en el Instituto Italiano de Cultura, 2010)


Manía de hojas, creación poética de Cristián Basso, merece entre sus lectores un doble reconocimiento. En primer lugar, porque es una invitación a la relectura de Alalia, primer poemario publicado por el autor en el año 1994. En segundo lugar, porque tras un periodo de silencio, el poeta regresa acompañado de poemas de sumo lirismo. En ellos la soledad, el desasosiego del hombre moderno, la búsqueda de lo pleno, la esperanza de recuperar el sonido para nombrar al mundo, la nostalgia y el perdón encuentran la forma de ser expresados. Y hasta lo más oscuro consigue en la palabra de nuestro poeta tener luz.

Me propongo tomar la obra de Cristián Basso y, con el mayor respeto posible, ofrecer un breve estudio del imaginario poético que en ella se revela.

Para comenzar, hago una importante aclaración: Manía de hojas es una obra que se divide en tres secciones: Alalia, Coméntame si estoy contigo y Manías. Una lectura atenta nos descubre que dicha división no es azarosa, sino que, muy por el contrario, responde a tres momentos claves de un movimiento vital marcado por la búsqueda. Y será la búsqueda incesante de lo que no se tiene la que irá dando forma a un encuentro de espacios opuestos.

En Alalia, se cita a Gabriela Mistral para iniciar este movimiento vital comentado antes:

En la luz del mundo yo me he confundido.

Las palabras de Mistral se convierten en la llave que nos permitirá ingresar en un mundo novísimo, se trata de los primeros versos del poeta, quien tempranamente consigue transmitir una personal visión de lo que lo rodea y asignarle un nombre: Alalia.

En los poemas de Alalia es tan clara la irrupción de la soledad, que no hay un solo verso que no la mente, ella es la matriz desde la que se gesta el nacimiento de dos espacios opuestos entre sí. Espacios que logran ser poblados lentamente gracias a que el sujeto poético insiste en ciertos vocablos. Así es como el primer espacio lo pueblan una casa, un dormitorio, una cama, una mesa, un mantel. El resultado inmediato es la conformación de un espacio mínimo, cerrado y concreto. Ante él pronto se alzará su contrario, un espacio magno, abierto y abstracto, poblado por el mar, la noche y la muerte.

Los poemas de Alalia no saben de fatiga, cada uno de ellos nos comunica que la existencia dentro de espacios cerrados acongoja a los seres nacidos bajo el sino de la búsqueda. Las imágenes de falta de cobijo se suceden sin pausa. Los versos van golpeando con tristeza puertas que no se abren. Afuera el atardecer es largo; adentro el hombre oprimido por el espacio cotidiano se reconoce como cápsula de zumo cristalino.
Y ser cápsula de zumo cristalino en el imaginario del poeta significa que la soledad no puede conformarnos. Por eso Alalia es ansia de expansión y obligación de huida desde el espacio acostumbrado que asfixia -casa, dormitorio, etc.- a uno inexplorado. La búsqueda ha comenzado y lo más próximo y a la vez distinto es el entorno natural, único escenario para las epifanías. Las visiones imposibles y transformadoras comienzan, el renacer parece ser posible sólo lejos de una casa que nunca es hogar, de una cama que no abriga, de un mantel que debe ser lavado. Las visiones, repito, comienzan. Cito a continuación un extracto del poema Abriendo el higo, al que personalmente considero imagen exacta de estas revelaciones que, al parecer, son sólo fortuna de la Naturaleza:
Abriendo el higo


Abrí la carne del higo;
una espesa noche me sucumbió de sabores;
Abrí la carne del higo
y al abrirla
no fui el mismo.

Alalia nos permite, especialmente a través del poema anterior, comprender que la huida tiene sentido cuando accedemos a una visión de lo nuevo. Los frutos, como el higo, muestran su esencia y transforman al hombre. Se vence la prima soledad, porque la Naturaleza es ahora el refugio, es espacio abierto y recuperación de la voz. Despierta la capacidad de nombrar a los seres que habitarán al mundo hallado. Como dice el poeta en el poema “La tierra no sabe morir”:

Vienen
como quejidos de pájaros
los nombres.

El mar, la noche y la muerte son los nombres para los seres del nuevo espacio. Sin embargo, será imposible arrancarles su profunda significación. Como toda la tierra, el mar, la noche y la muerte no saben morir. Son potencias sin medida ante las que el hombre no tarda en sentirse abatido. El que huía, ¿cómo sobrevive en medio de lo magno?, ¿cómo logra el hombre, criatura apenas, no asistir al ahogo de la voz recuperada? ¿Cómo no sentirse infinitamente pequeño y sin sonido ante la elocuencia del mar, la noche y la muerte?

El poeta, en su condición de vate, sabe la verdad, por eso responde a estas interrogantes a través de su poema “Delirio”, del que cito los siguientes versos:

Ahora todo está en juego
(…)
y si no muero
es un milagro.

Sólo un milagro puede asistirnos cuando hemos elegido que nos guarde la Naturaleza, tan inmensa, tan plena, que la voz humana sólo sabe la verdad de callar… “Alalia”: ausencia del habla, pérdida del lenguaje. ¿Hay un mejor nombre para un conjunto de poemas que impelen al hombre a huir desde el silencio de una casa al abstracto escenario de lo natural ante el que no nos queda más que guardar un forzoso silencio?

La obra de Cristián Basso es, en esencia, manía de hojas que no se detiene, y con ello parece expresarnos que es inagotable el hombre en su ansia de búsqueda. Coméntame si estoy contigo, segunda sección del poemario, insiste en el motivo de la huida y la búsqueda, movimiento humano vital que descubre este estudio. La reiteración del motivo dará lugar nuevamente a la configuración de dos espacios opuestos. Y nuevamente los poemas nos propondrán un viaje, cuya clave no será la soledad, sino la potencia del placer hallado.

Coméntame si estoy contigo abre un verdadero diálogo en el que el yo es espacio cerrado hasta el instante en que descubre al placer como la potencia que lo impulsa hacia la huida de sí en búsqueda de un tú. Mientras no se inicie la búsqueda y se logre el encuentro, el sujeto poético le habla a un hombre dormido, en un sueño consigo mismo que le impide ser.

El poema “Esperanza del cacto” crea una excelente imagen de aquellos seres que están próximos a la huida y su consecuente transformación. Antes, eso sí, duermen en una especie de encierro consigo mismo:

Esperanza del cacto
¡Duerme, cacto,
llegará tu hora
de soñar el movimiento
lento de tus hojas!

Saldrás del macetero
agudo que te cansa.
La tarde en el crepúsculo
te aceptará la mirada.

Y sí saldrá el yo de sí mismo al encuentro del ser que sea su nuevo refugio. Mientras no arribe a lo nuevo, aquello lejano será promesa de un espacio abierto, y, por ende, dispuesto a recibir el placer que está impulsando al movimiento.

La sensualidad que recorre los poemas de Coméntame si estoy contigo le da fuerza a la hipótesis de que el placer es un puente para el hombre que lo libera del natural encierro en sí mismo para comunicarlo con el mundo. Es en esta sección del poemario que cobra volumen una de las temáticas más importantes que cruza la poesía de Cristián Basso y que ya se pudo percibir en Alalia: la huida del dolor y la humana búsqueda de la totalidad. La totalidad parece, eso sí, ya no habitar en la Naturaleza, sino en el encuentro de los cuerpos y sus historias. Pareciera que los padecimientos connaturales a nuestra raza perecieran ante la fuerza del Eros.

En relación con lo afirmado antes, cito el soneto “Perros solares”, sin duda una de las obras magnas de este momento que analizamos, no sólo por el dominio cabal de la estructura, sino por las imágenes de profundo erotismo a que da lugar:

Perros solares

Esta jauría alegre sobre el pasto
rebana en lonjas el amanecer.
Son distantes de todo padecer
y tan estrechos en el cielo vasto.

Patas arriba retózanse y lamen;
son oscilantes cuerpos sin edad,
y para siempre la felicidad,
girando como olas por el parque.


Pero Eros es una deidad especial, fruto de la abundancia y de la pobreza según Platón, no sólo tiene bajo su tutela los buenos amores, sino también los trágicos. Tal vez, por ello, “Coméntame si estoy contigo” guarda en sus entrañas un tono de desesperanza. Tornándose el movimiento por momentos dramático, como si se intuyera de algún modo que el tú que se busca es espacio abierto sólo en su calidad de promesa de encuentro, pero se cierra toda vez que reparamos en su condición natural de ser otro. Finalmente lo que se busca es la totalidad, una que, no obstante, atrae por estar ubicada en la otredad. Y la otredad es siempre distante. De este modo, la búsqueda, por momentos frenética, se topa con el obstáculo de esperar el hombre las verdades lejos de sí mismo.

En el poema Limosna, sus versos son la visión de este sin sentido que crece ante el choque con un tú que es espacio cerrado, negación de cobijo. Cito un fragmento:

Limosna
En esta mano
no cae nada
ni el pan
ni el agua
ni la moneda.
(…)

¡En esta mano
cayó la muerte
y la palabra!


En la tercera sección denominada Manías, el poeta retoma parcialmente el título de su poemario como si de este modo nos anunciara que el movimiento vital iniciado en Alalia tuviera que resolverse por fin. Manías no completa el título porque lo hará cada una de sus hojas, lentamente, a través de cada poema. Es un imaginario poético que comienza a completarse, que ha madurado hasta generar un cambio en la mirada. La búsqueda, motivo esencial de toda la obra, se retoma ahora gracias a las primeras palabras pronunciadas muchos años atrás por don Alejandro Benelli Bolívar: Hubimos de ver y comprender esa Babel del laberinto.

Cristián Basso Benelli, respetuoso de sus antepasados, se reconoce como heredero y desde esa condición, con fuerza, consigue que sus poemas construyan los dos últimos espacios desde los cuales será posible iniciar y concluir la búsqueda. La clave será el tiempo, que de él ya nos dice algo la cita antes leída. ¿Por qué recurrir a los antepasados para iniciar la última etapa de su obra? ¿Qué mundos comienzan a tomar forma? Que por ahora nos baste saber que es el tiempo la potencia creadora de dos espacios opuestos entre sí.

Con Manías, la poesía entra en un nuevo estadio, luminosa, más clara, hasta adoptar el tono de rezo. El dominio del lenguaje es total, las palabras vienen al encuentro de lo que se quiere decir. El poeta vence la Babel del pasado mítico, vence el laberinto de la urbe, el ahogo de las calles y de los recuerdos. Construye su propia torre y desde allí con el verbo conquistado alcanza el cielo de su propio imaginario. Atendamos sólo un momento al descubrimiento del poder del lenguaje en un fragmento del poema “Manía de hojas”: Las palabras las regala el día, / Saben vivir. Saben el flujo, orientarse en los rieles del dilema, / ser el efecto de Dios.

El poeta ha descubierto que su dominio está en el lenguaje -que recupera con fuerza después de Alalia-. Su propia torre hecha de palabras le permite atisbar desde el presente -primer espacio- al pasado -segundo espacio-. Y con total conciencia de que el presente es el único espacio para habitar, cada verso será en Manías la oportunidad de buscar en el pasado los fantasmas, los seres ya idos, las historias vividas. La mayor revelación es que la búsqueda esta vez no será huida, porque cuando descubrimos quiénes somos nos satisface el encuentro con nosotros mismos. Con todo, saldar es ahora la clave. El ayer no puede quedar abierto cuando el hombre repara en sí y su capacidad de estar abierto al mundo.

La captación del pasado se logra con un lenguaje benévolo. Sin ambages, se entra en él para perdonar o rogar. Es que uno mismo también puede ser espacio ideal de otros cuando se comprende la magnitud de lo que somos.

En “Oyendo a Carpenter’s”, una de las creaciones más admirables de nuestro poeta, se logra entrever esta comprensión que Manías busca revelar a través de una poesía transformada en rezo. Cito un fragmento del poema:


Oyendo a Crapenter’s

Te ofrendara el mismo cuerpo,
tuyo o mío, mío o tuyo,
para que hablaras de nuevo de tus sombras
y fueras feliz,
como yo, oyendo a Carpenter’s.

Leemos y comprendemos que no tortura lo que ya fue si logramos, a través del perdón o el ruego, situarlo en su justo lugar. Esto es lo que, en definitiva, se descubre en Manías. El movimiento vital de todo hombre, especialmente el de hoy, puede aquietarse, sentir gusto de sí mismo, ondular en uno. Que sea nuestra mirada, nuestro deseo, nuestra nostalgia la que viaje más allá de nosotros, que se interne en los laberintos, pero que nunca dude en volver despojada de pesos ajenos, parece decirnos el poeta. Cito el último fragmento poético, donde la lucidez conseguida se muestra en su máximo esplendor:

Expropiación
Y no la vi afiebrado de mí hasta ahora
que el tiempo me hizo libre de su madriguera.

No hay duda. La obra de Cristián Basso, abordada en este estudio, tiene un cierre magistral en su última sección Manías. Su obra completa, Manía de hojas, logra ser un exquisito recorrido por las distintas miradas del hombre contemporáneo. Lo inicia todo Alalia, representación del primer encuentro del poeta con el mundo y el natural ahogo de quien tanto tiene que decir. La madurez comienza a vislumbrarse en Coméntame si estoy contigo, colección de poemas de tono sensual que nos preparan para un discurso pleno de lirismo.

A modo de conclusión, me quedo con la mayor virtud de Cristián Basso Benelli: la transparencia de su poesía. Sus versos no son esquivos a la comprensión, si aceptamos ingresar al reino de la belleza. La soberbia y el cinismo contemporáneos aquí no tienen lugar. Nuestro poeta es heredero de la poesía original, de aquella que fue hermana de la música, de aquella que seduce, que conmueve, de aquella capaz de completar lo creado.


Nadia Norambuena: Es ensayista, licenciada en educación en castellano y profesora de castellano por la Universidad Metropolitana de Santiago. Cursa el Magíster en Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Santiago de Chile.

10 de noviembre de 2010

Silueta de industria


Moribundas en el corazón,
a un costado del respiro,
brillan fugaces las industrias,
vociferan la tarde como si fuera propia
y nada ocurriera adentro
más que historias pasadas
que muerden furiosas su espiral de ira;
recordándose a sí mismas
las turbias alas que las limitaron
a cuartos sin luz, a horas sin respiros,
a vendavales donde la ilusión
acorraló sus desperdicios.

Así su luz suplica en las ventanas,
voraz de túnicas como el lecho del enfermo
en días incendiados;
harto de gritos, harto de arrepentimientos,
voraz y quemante levadura del ser
que dejamos en el abandono de lo no oído.

Brillan así. Huyen a sus brazos
como discusiones nimias,
anuncian el encanto del final;
trizan la sed del cielo,
creen que somos o dejamos de existir.

20 de octubre de 2010

Andrés Morales presentará Antología Poética de la Generación del Ochenta en Chile



El próximo 31 de octubre a las 19:00 hrs. presentará el poeta y académico Andrés Morales su obra compilatoria "Antología de la Generación del 80" en la Sala Pedro Prado de la Estación Mapocho durante la realización de la 30 Feria Internacional del Libro. Sin duda, será un acontecimiento para la literatura chilena, puesto que reúne a los principales poetas de dicha generación, además de un estudio crítico de los poemas. La obra será editada por Magoeditores.

7 de octubre de 2010

La literatura en español festeja: Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura 2010

Escritores, poetas, editores, intelectuales,académicos, profesor de español, lectores. Son tantos los que celebramos este día la obtención del Premio Nobel de Literatura 2010 para uno de nuestros principales autores de literatura escrita en español y cuya consolidación hoy se imprime en la historia junto con otras voces de gran presencia en el concierto literario: Gabriela Mistral, Miguel Ángel Asturias, Pablo Neruda, Octavio Paz y Mario Vargas Llosa. El premio consagra su obra y acerca al mundo la lengua de Cervantes y de América.
Imagen disponible en: www.alfaguara.com

14 de septiembre de 2010

"Chile, origen etimológico" de Alejandro Benelli: Un estudio para celebrar el Bicentenario


Para celebrar el bicentenario de nuestro país, transcribo el estudio que mi tío abuelo Alejandro Benelli Bolívar realizó acuciosamente sobre el origen del nombre de Chile, texto que fue publicado por la Universidad de Chile en la revista Millantún en 1943.
CHILE, ORIGEN ETIMOLÓGICO
Nacimiento del nombre de Chile
El presente es un estudio (1) sucinto, hecho por un hombre que se ha dedicado la mayor parte de su vida a los problemas de lingüística, folklore y disciplinas similares. Alejandro Benelli Bolívar es autor de la Bibliografía General de Benjamín Vicuña Mackenna (Universidad de Chile, 1943) y de otras obras de espacial valor bibliográfico.[2]Para elaborar con buen fruto un estudio crítico de la naturaleza de éste que nos ocupa, se requiere una atenta, intensa y científica preparación de los elementos que deben contribuir al esclarecimiento de los varios puntos tanto históricos como filológico-etimológicos que la materia de este estudio necesita para intentar la solución de este problema nacional.La historia de Chile, cuanto la del Perú y de la República Argentina, han debido ser consultadas prolijamente en su parte histórico-geográfica de la sección prehistórica hasta que se dieron los pasos iniciales de su respectiva independencia nacional.Con esa mágica linterna en mano, nos hemos introducido por los intrincados, torcidos y oscuros senderos de la etimología de esta parte de la América del Sur; pero bien premunidos de los materiales indispensables para esta clase de investigaciones como lo es la filología, en los necesarios estudios lingüísticos aborígenes de estas tres naciones.Con el estudio de estas tres lenguas, amén de otras derivadas o trabadas con ella, y con el auxilio de la historia, hemos investigado lo pertinente a las civilizaciones aborígenes de Arica, Tarapacá, Atacama: charcas, chichas, diaguitas, calchaquíes y “tucman” o tucumanos que, debemos confesar, han sido el punto básico para vislumbrar, a su luz, el principal fundamento de la solución del problema que ha motivado este arduo y difícil estudio crítico.La historia nos habló de migraciones del conglomerado de los distintos pueblos que habitaban las varias regiones de los tres países; nos demostró sus descubrimientos arqueológicos; nos patentizó su etnología; y luego auxiliados por la filología hubimos de ver y comprender esa Babel del laberinto idiomático que forman y amalgaman el sinnúmero de pueblos, cada uno con su dialecto.De entre las lenguas, hubimos de seleccionar tres que creímos las necesarias y convenientes para nuestro objeto; y ellas son: la quechua (idioma general oficial del Perú); la aymara (idioma dominante de la civilización tarapaqueña, atacameña, diaguita y tucumana), y la araucana, como idioma de nuestra de nuestra casa.Como se puede ver, la labor no era ni tan sencilla ni tan pequeña, pero –como ya lo dijimos-, habíamos elaborado un plan de estudio. En este plan figuraba el conocimiento indispensable de las lenguas que fuera necesario estudiar del conjunto de idiomas aborígenes.En el cuerpo mismo de este estudio crítico, hemos hecho presente que sería inútil trabajo tratar de solucionar este problema etimológico si no se traba a base de tres puntos: estudio de las civilizaciones vecinas al territorio chileno, estudio filológico de las matrices de esas lenguas aborígenes y estudio de la etimología del vocablo en la forma indicada.Por la falta de estos requisitos han fracasado todos los que intentaron dar solución a este difícil e interesante problema etimológico.La materia la hemos ampliamente consultado en la fuente de todos los historiadores y cronistas españoles, peruanos, argentinos como chilenos.Hemos tenido a la vista las relaciones de los que han tratado de resolver este problema etimológico tanto de los escritores españoles, peruanos y chilenos de la era colonial, como de posmodernos extranjeros y chilenos; y tenemos el agrado de dejar constancia de que don Miguel Luis Amunátegui Aldunate es el único que más se acerca a la satisfactoria solución del problema.Y en su honor debemos decir que, dado lo desconocido que era en su tiempo, lo que dice relación con las civilizaciones aborígenes vecinas a nosotros que los estudios de la lengua araucana eran por demás deficientes y con muchos errores. El señor Amunátegui hubo de proceder más por inteligente inducción que por razonamiento a la vista de las pruebas que habían aportado para su estudio estos conocimientos tan indispensables para la solución del problema.Como se puede ver, en el curso de este estudio analítico-crítico hay descripciones, hipótesis que se adelantan, pruebas que se aducen, vocablos que se interpretan, análisis que se avanzan y motivos tan folklóricos que parecen cuentos para niños (¡Es cosa que maravilla!).Y son escritores de talento y gran valía como Briceño, Medina y otros, y son sabios y filólogos de primera fila como el Dr. Lenz; y son inteligentes y laboriosos investigadores de lenguas aborígenes y de etimología como Cañas Pinochet, y otros, y así todos y de todos sólo uno, uno sólo, es el que da en quid, aunque algo incompleto, en la solución del que a la simple vista parece sencillo y fácil problema.Como se puede ver en el curso de este estudio, los antiguos autores de gramática araucana dejan de manifiesto las incorrectas construcciones de vocablos del idioma (así lo presenta Febrés) ¿Nombraremos a los que no son autores? Todos, menos uno; todos escriben o interpretan mal los vocablos indígenas (lo que ha dado motivo para que al final de este trabajo demos una lista de los vocablos aborígenes que intervienen en este estudio en forma correcta e incorrecta con su respectivo significado y aplicación). ¿Y esto por qué? Porque no se conoció la lengua o se la miró innecesariamente para el caso: de ahí el fracaso de la obra ejecutada por carecer de este necesario elemento para obtener el éxito de la solución buscada.La historia del origen etimológico del nombre de Chile es lacónica; y más que lacónica es vaga y contradictoria. Los autores se contradicen unos a otros en más de un punto de esta materia: la lógica del raciocinio de unos resulta un disparate cronológico o de otra materia, con el raciocinio de otros. Así, por ejemplo, el abate Molina dice: “Muchos años antes de que los españoles conquistaran Chile, tenía este reino el nombre con que se le conoce”, etc.Varios dicen que el nombre de Chile no era Chilli (información ilegible en el original. Faltan dos líneas), sino que aludía al valle que riega el río Aconcagua, que también se llamaba Chill (lo que dicen éstos es verdad); otros dicen que el nombre ya castellanizado de Chile se lo dieron los conquistadores que vinieron con Almagro; y ésta es también verdad.Pero otros la contradicen, y para ello aducen razones de ningún valor ni etimológico ni filológico, y con la historia en contradicción, o sea los historiadores.ConclusionesPrimero, la vecindad de los autores del vocablo que es Chilli , y que se usó para denominar el valle de Concumicahua (Hoy Aconcagua. abundancia de paja y totora).Segundo, que con ese vocablo sólo se nombraba a ese valle y río, y no era, por lo tanto, genérico de todo el territorio.Tercero, que la paternidad del vocablo le corresponde, sin lugar a dudas, al idioma aymara, lengua que hablaron atacameños y tucumanos, próximos vecinos de Concumicahua.Cuarto, que el significado del vocablo es “lo más hondo de la tierra y el confín lejano”, y que en aymara se dice Chilli.Quinto, que los araucanos en sus tratos de comercio con los tucumanos aprendieron a decir Chilli-mapu y Chilli-duga. Pero con el bien entendido de que este vocablo sólo lo vinieron a poner en práctica cuando el Padre Luis de Valdivia les enseñó gramática.Sexto, que resulta ridículo suponer que el nombre de Chile se derive del sonido que produce el canto del pajarillo Till, como también resulta inverosímil el que se derive del nombre de un cacique famoso del valle de Aconcagua, que dicen se llamaba Till, Thili o Chill. Esto es falso o fantasía. La historia no dice ni una palabra del famoso cacique y si nombra a otros que aparecen sin alardes ni bombos como le suponen al presunto Till.Séptimo, que en sus Comentarios reales de Garcilaso de la Vega el Incada el relato de los embajadores que enviaron al Ynca Viracocha los de Tucumán; y que de ese relato se desprende evidentemente la paternidad y lengua del vocablo Chilli.Octavo, que la castellanización de Chilli en Chile se debe a Diego de Almagro y a sus compañeros que lo hicieron cuando en 1536 llegaron al Valle de Chilli en son de conquista.En el cuerpo de este estudio crítico se encontrarán más detalles de los 8 puntos de prueba que dejamos anotados. Análisis crítico que de los autores hemos efectuado de sus respectivos estudios de esta materia.Sólo nos resta decir que nada hemos realizado que no esté compulsado o verificado sobre base histórico-etimológico-filológica.No hemos omitido sacrificio alguno, a fin de entregar a los amantes y estudioso de estas interesantes materias un trabajo bien acabado y verídico.[1] El artículo que aquí transcribo es copia fiel del microfilm que se encuentra en la Biblioteca Nacional, publicado en septiembre de 1942 en el primer número de la Revista Millantún de la FECH, y que leí y transcribí el 09 de abril de 2008. Alejandro Benelli figura junto a Andrés Sabella, Samuel Lillo, Luis Durand, Ambrosio Rabanales, Alonso Reyes y José Miguel Vicuña como uno de sus colaboradores permanentes. Alejandro Benelli Bolívar editó alrededor de 10 artículos sobre etimología aborigen durante todo el año de 1943 en la misma revista. (Cristián Basso Benelli)[2] Nota de los editores de la Revista Millantún.

5 de agosto de 2010

Nueva presentación de "Manía de Hojas" en el Instituto Italiano de Cultura de Santiago



El próximo 24 de agosto a las 19:00 hrs. se presentarán en el Instituto Italiano de Cultura las obras literarias de Ernesto Di Blasis y Cristián Basso. Se presentará nuevamente "Manía de Hojas", esta vez mediante un estudio crítico de la profesora y ensayista Nadia Norambuena.
El encuentro forma parte de las actividades programadas por la Asociación de Escritores Italochilenos, dirigida por la escritora Annamaria Barbera Laguzzi.

"Caudal", edición antológica de la poesía de Rafael Rubio




El pasado viernes 30 de julio la Editorial Pfeiffer, creada por Ernesto Pfeiifer y dedicada especialmente a la poesía chilena, presentó el número 4 de la Colección 33 que incluye a poetas chilenso vivos de distintas generaciones literarias. La publicación se trata de una muestra antológica de gran valor literario llamada "Caudal" del poeta Rafael Rubio, una de las voces poéticas más destacadas de la promoción de los 90. Fue un agrado para mí volver a escuchar poemas que conocí de la voz del autor en nuestros años de primera juventud, además de escuchar al poeta Floridor Pérez, maestro de poetas en el Taller de la Fundación Pablo Neruda junto con Jaime Quezada, quien prologó el libro. Destacan, además, en la edición un poema inédito de "alto vuelo" llamado "Queja", acompañado de una copia autógrafa del mismo.


Rafael Rubio, "compañero de ruta" como él mismo lo menciona, ha publicado "Arbolando", "Madrugador Tardío" y "Luz Rabiosa". Obtuvo también el Premio Pablo Neruda, entre otros reconocimientos. Es una excelentes eñal de que la poesía lírica no está en crisis como muchos rpegonan en los medios literarios.

13 de julio de 2010

Ni la llamarada para el solitario

Ni la llamarada para el solitario
de la boca herida. Le duele morder
la cáscara de la sombra
y su llanto son pisadas
que no alcanzan horizontes.
Déjalo dormir; arrópalo primero.
No vaya a ser que con el agua
la noche lo cubra de lodo.
Óyelo hablar; óyelo mucho.
Su voz habitará tus manos
cuando acaricies. Él te abrirá
la puerta cuando el amanecer
te bese con zumbidos. No llores así...

La Pena también tiene esqueleto.


De "El amor insecto" (RIL Editores, 2003, 116 p.)

2 de julio de 2010

Radio FM Wilde de Buenos Aires emitirá poemas de Cristián Basso



Este lunes 5 de julio la radio "Fm Wilde 88.7" de Buenos Aires incluirá la lectura de una selección de poemas de Cristián Basso durante la transmisión del programa radial de música y literatura "Detrás del muro del sueño" a las 22:00 hrs. (hora chilena). Quienes se animen a escuchar la emisión pueden hacerlo también on-line en la siguiente dirección:
Los esperamos.

20 de junio de 2010

Expropiación

En sus ojos, la estrella gris de la miseria,
el canto sedentario de la flama,
la trizadura de la fe naciendo de sus brazos;
el aire ya comido, sus niños vestidos con regalos,
infinitud de tardes calcinando la casa fiel,
tortura del poniente,
y la memoria paseándose feroz entre los cercos.
Yo la veía así
perdida entre unos platos,
joven aún como incesante herida,
con bandadas en el pensamiento.
Y no la vi afiebrado de mí sino hasta ahora
que el tiempo me hizo libre de su madriguera,
cuando ambos cruzamos pasillos sin aire,
cuando hallamos en el humo del bar ese crujido,
esa marea disuelta en la cabeza,
esa verdad tan suya como sus manos
o su hombre año a año más perdido.
Acaricié la oscuridad recién cortada
y la presencia de lo inédito: sus pasos.


Su voz subiendo al cielo las palabras;
mi voz perteneciéndole al silencio:
ambas subiendo al galope de la culpa.
Aquellas horas con ella no eran horas,
y el mundo afuera
de mezquino
no era el mundo,
cielo por cielo, voz por voz… esferas.
No sé, pero algo más dijimos.
Ella, quieta de tanto girar en la nada:
excesos de Babel sin laberinto.
Nadie quiso parecerse a Dios por dentro,
buscábamos el grito o la partera,
escudos que forman escuderos.
Y tuvo alas como olas perseguidas,
confesados en el riego del destino.
No sabíamos si el horizonte podía huir de pronto.
Sólo el ruido del ayer detenía nuestra marcha
y uno que otro asesino del brillo
que suele deambular sin nadie por la calle.
Puros en el principio de lo dicho;
únicamente nuestros, ancestrales;
primeros feligreses de la escucha.
Raíces moviéndose en un mismo miedo.

Otro poema de "Manía de Hojas" (2009)

5 de febrero de 2010

Promueven Manía de Hojas en el Diario El Mercurio de Valparaíso



Entre las novedades editoriales de RIL, el Diario El Mercurio de Valparaíso publicó una reseña que incluye a Manía de Hojas. La edición apareció en la Quinta Región el 31 de enero como una forma de promover los últimos títulos de la editorial.

6 de enero de 2010

Vuelta del temerario




Cómo estarás ahora
luego de roncarle al desafío
de la sangre muerta
que quieres morirte
a como dé lugar,
y otear el doblez del riesgo,
beber el interés y seducirlo
y de perderte en las gasas
del arrepentimiento,
de todo cuanto tuve en ti perdido,
incluso el vuelo de las promesas.
Cómo estarán de muertos los objetos:
la cafetera podrida, los vasos opacos,
la alfombra en su peste de alquitrán;
el suelo sin historia
como si nunca hubiésemos andado
esa Babel derrumbada
de tres dormitorios,
vellosa en la humedad.
Cómo estarás después de cada infame
que te mintió con besos,
haciéndote creer que tú engañabas.

Oye, engaña el paisaje al ojo,
la lluvia de verano,
el calendario a los números,
el mar doliéndose de orillas
y hasta la vida engaña.

Oye,
el único engaño
lo sabe la muerte.
De Manía de Hojas (RIL Editores, Santiago, Chile, 128 p., 2009)
Ilustración del artista visual Fernando Cordovez (Barcelona, 2009)

2024: aniversario de «Alalia»

(Ilustración de la artista francesa Clo Guigues) SONIDO     Una lengua de pájaro -el verde-. La lluvia en su casa   -y en la mía-; dos ojos ...