30 de diciembre de 2008

Redpoesia.com incluye serie de poemas inéditos de Cristián Basso Benelli





Revivir la primera poesía



Una serie de poemas inéditos pertenecientes a mi primera época de escritura -inicios de los noventa- fueron incluidos en la página web de poesía "Redpoesia.com". Entre ellos, figuran los poemas Alcira, Estás llorando, La gota, Con dedos en la humedad de los vidrios y Credo, uno de los poemas que conforman "El amor insecto". Pueden leerlos en http://www.redpoesia.com/poemas/cristian_basso


Foto: Maximiliano Basso Benelli, 2008.

22 de diciembre de 2008

Nueva obra poética de Andrés Morales: Editorial Universitaria edita "Los Cantos de la Sibila"



2009: Se anuncia un gran año para la poesía chilena


Los cantos de la Sibila se titula el nuevo poemario del destacado poeta y académico Andrés Morales que próximamente presentará Editorial Universitaria en su prestigiosa colección "El poliedro y el mar", que ya había editado en 2001 "Réquiem". El poemario será presentado en los primeros meses de 2009. Como un adelanto, transcribo los textos que ya han comenzado a circular por internet, todos ellos provistos de una incuestionable potencia lírica, cuya temática nos conduce a imágenes en que el ser humano debe enfrentar su verdad ante la caída de los sistemas. Una poesía de gran contensión y de variados símbolos de la modernidad, revisada en un verso cuidado y bellamente preciso.
Entre sus obras destacan Por ínsulas extrañas (1982), Lázaro siempre llora (1985), No el azar (1987), Romper los ojos (1995), Vicio de belleza (1992), Escenas del derrumbe de Occidente (1998), Réquiem (2001), Antología personal (2001), Memoria Muerta (2003) y Demonio de la Nada (2005). Ha obtenido, entre otros, el Premio Manantial de la Universidad de Chile, el Premio Miguel Hernández en Buenos Aires, el Premio de Poesía Pablo Neruda y el Primer Lugar en el Concurso Internacional de Poesía "Les portes des poetes" en París, Francia.
VISIÓN DEL PADRE MUERTO

De nada aquel amor de sordas lilas,
de nada esa república difunta.

Estás sentado entonces, austeramente solo
y en otra vida piensas, fotografiado ayer.

El mar es traidor: es otro el mar que rompe.

Mejor abandonarse, abandonarse entero.


SIBILA ENLOQUECIDA

Maldigo la fragancia de las rosas
y el grito del cobarde en su delirio.
Maldigo, es un decir y casi cierto
a dos o tres antiguos que aún me lloran.

El odio es mi placer, mi dulce río
en donde veo el turbio azar del agua.

Nada me complace, ni aquel volcán herido.

Nada me acompaña.

Maldigo mi esperanza.


ORÁCULO DEL ODIO

Muerde calaveras, engulle el pan marchito,
ronca en el desaire del ojo que te observa.

Quema el mar en llamas, al húmero quebrado,
enreda tu quietud. Ahora clama y llora.

Las parcas, las eneidas, las madres que reclaman
habrán de abrir tu lecho de piedras en la muerte.

Nada quede entonces en el fulgor, la ira
,águilas y cuervos o hienas por la noche:

Todo se derrumbe encima de tus sueños.
Poemas de "Los cantos de la sibila" disponibles en http://www.letras.s5.com/am050107.htm

16 de diciembre de 2008

Homenaje "Samir Nazal: letra y vida" anunciado en el Diario La Nación



Por Rodrigo Quiroz / La Nación
Escritores, amigos y familiares homenajean a escritor Samir Nazal en la Biblioteca de Santiago
El viejo Samir se reiría de nuestro llanto nocturno. Nos diría "huevones chuchasdesumadre" por esto de insistir en recordar su tos, su amistad, sus lecturas y su viejo departamento de Toesca que hoy es escombro en la memoria.

Esta tarde, en la Biblioteca de Santiago, se realizará un homenaje a Samir Nazal, poeta inédito chileno, escritor, amigo, anacoreta, lobo estepario, "capitán del hueveo de los escritores underground", como alguna vez dijo el escritor León Pascal.


Fallecido el 4 de junio de 2008, Nazal (1930 -2008) fue poeta, profesor de castellano y formador de narradores y poetas. Escribió durante toda su vida, pero nunca quiso publicar sus escritos. Tras su muerte, un grupo de escritores ha rescatado su obra literaria -poemas, cuentos, novelas y diarios-, en miras a publicar parte de ésta durante 2009.


Junto a su familia, este grupo de escritores invita al homenaje "Samir Nazal: arte y vida" donde se recitarán algunos de sus poemas y se verá parte de un documental que se prepara sobre su vida y obra. El registro en video reúne las voces de Armando Uribe, Pablo Azócar, Antonio Gil y Alejandro Zambra; además, de los organizadores y algunos familiares como Ramza, Samir jr. y el poeta Cristián Basso. La cita es hoy a las 19 horas en la Biblioteca de Santiago (Matucana 155). Se recomienda a los asistentes leer antes un pasaje de "La montaña mágica". Esta obra le gustaba mucho al viejo.


11 de diciembre de 2008

Leonor Dinamarca presenta su nuevo libro "Demonios de otro reino"




Una poeta original
Conocida por ser cultora de una poesía apocalítica, erótica, profunda y descubridora de las emociones provocativas, la poeta Leonor Dinamarca (Chile, 1975) presenta su nuevo poemario en edición bilingüe inglés/español "Demonios de otro reino", cuya temática prontamente abordaré luego del análisis y la lectura de esta obra. Por ahora, comparto con ustedes su biografía y el texto que da entrada a su sitio web www.leonordinamarca.cl . La traducción de sus poemas al inglés la realizó Fernando Araneda y las fotografías René Hormazábal Durand.
Licenciada en Educación (UMCE), Profesora de Castellano (UMCE), poeta, pintora y tarotista, comulga con las letras enfermas desde remotos tiempos; amante del Black Metal y del Death Metal se deja influenciar por el ritmo duro y oscuro del rock pesado; quienes le conocen saben que es posible invocarle a través de Bach y los Órganos de Tubo y que gusta de la Viola da Gamba.
Durante su período de estudiante en el Internado Nacional Femenino escribe poesía por encargo y poemas eróticos. En 1998 realiza una selección de sus poemas y autofinancia la edición de 60 ejemplares de su libro Nos Veremos en el Infierno.
Desde sus inicios en la poesía, la música y el ocultismo han sido elementos frecuentes para estructurar sus escritos. Poeta del Averno, se dedica a conjurar los astros, a dar clases de Tarot, escribe para la Revista Hidden Truth, y participa en innumerables recitales poéticos en la ciudad de Santiago de Chile organizados por: la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, “Centro Cultural Anahuac” del parque Metropolitano de Santiago, “Centro Cultural Casa de Liszt”, “Instituto Chileno de Cultura Hispánica”, “La Casa en el Aire” y “Rotary Club” de La Florida.
En el año 2002 publica
Metáforas Negras (Ril Editores), en diciembre del 2004 publica Maeror Demens (Ediciones Brazo de Cervantes) y en el año 2007 Diabolus in Musica (independiente).Es gracias a su poesía y a su interesante personalidad que viaja invitada a Barcelona en febrero del 2005 y repite su visita en enero del 2006 para iniciarse en la búsqueda de la Fee Verte.

Ha compartido escenario con los poetas: Rodrigo Sanhueza, Simón Fierro, Mauricio Torres Paredes, Cristián Basso Benelli, Rafael Rubio, Nicolás Folch, Roberto Yáñez, Gladys González, Carolina Jorquera Martínez, Stella Diaz Varín y con los músicos: Michel Garrido, Alejandro Gallardo, Juan Aro, Sebastián Harambour, Natalia Alvarado, Fernando Araneda, Sergio Poblete y César Sanabria y Rafael Vásquez.
Otras de sus publicaciones son los artículos “La educación y los juegos de rol”, revista Contextos, Nº 5 de la UMCE, y “El Recuerdo Trágico en la Novela Chilena Contemporánea”, revista Contextos, Nº 8 de la UMCE. En el último tiempo trabaja con los grupos “Bachelor” y “Mylodon” como poeta invitada a sus conciertos de música acústica experimental y en la actualidad prepara un libro tan duro como demencial que recopila sus vivencias en Barcelona de una manera ácida, terrible, macabra y demoledora con una voz poderosa e interesantemente influida por altas dosis de Absynthe.

Hay cantos que no asustan a nadie


Los míos escandalizan y pervierten
Si mi poesía no provoca,No existe.
Yo soy como el actor
Que extrae de otros
La risa o el llanto.
Invento pasiones sublimes
Amores corruptos
Verdades amargas
Para todo aquel
Que encuentre un espejo
Entre mis letras.
Debería llorar más y escribir menos.
Suelo ser Demencial
Y Apocalíptica.

9 de noviembre de 2008

"Homenaje a Samir Nazal: Letra y Vida" en Biblioteca de Santiago








La Biblioteca de Santiago, a través de su director Gonzalo Oyarzún, confirmó la fecha para realización del Homenaje "Samir Nazal: letra y vida" que tendrá lugar el próximo día 16 de diciembre a las 19:00 hrs. El evento contará con la participación de destacados poetas y escritores, además de la emisión un diaporama, entrevistas, imágenes del poeta ye scritor Samir Nazal y la lectura de 12 poemas inéditos del autor, a modo de adelanto del valioso material literario inédito que formará parte de la edición de sus poesías en una edición en la que un grupo de familiares, amigos y especialistas ha trabajo tras el fallecimiento del gran poeta nacional. En la foto que data de 1994, aparezco con mi maestro Samir Nazal en la Plaza Manuel Rodríguez de Santiago, lugar que el poeta visitaba con frecuencia para escribir. Extiendo desde ya la invitación a todo aquél que quiera conocer la figura, la obra y la trascendencia de Samir Nazal.

6 de octubre de 2008

Ojos mediterráneos, un poema de Agustín Benelli










Acurrucado y tibio mi cuerpo reconocía
El hondo cansancio de la tarde.

De costado en una superficie
De vagos recuerdos
Una sombra trataba de apartarme
De la dulce oscuridad de tu pelo rojizo
De tus ojos mediterráneos.

Con inesperada astucia
Soplé una palabra de olvido
Entonces el silencio navegó entre paredes
Circunvalando la pausa que dicta el ritual de todos los días
Así el placer de un sueño sin memoria flotó dentro de mí
Dentro de ti.

Inesperadamente en aquella tarde un sonido se deslizó
Y tomó mi brazo
Tenía la textura del mes de abril
Caía lentamente
Reconocí que venía de ti
Porque tiene la justa medida de tus labios.

Algo sorprendido puse mis ojos
A hurgar en el nuevo movimiento de tu voz
Fue en ese instante que un brillo antiguo de tu mirar
Me acarició la nariz.

Tendido boca abajo junto a mí yacía
El ayer.

15 de septiembre de 2008

Lanzamiento editorial: Annamaria Barbera Laguzzi presenta su novela "Ningún lugar para el sol"


Este miércoles 24 presentamos en el Istituto Italiano de Cultura, junto al poeta Juan Antonio Massone, la novela "Ningún lugar para el sol" (Ediciones Mar del Plata). Parte de mi intervención es lo siguiente:
Presentación, por Cristián Basso Benelli
Mi acercamiento a Ningún lugar para el sol que festejamos hoy en esta casa, cobijo y espacio de encuentro para muchos de nosotros, respondió a un paradigma de lectura diferente. Debí acercar el oído a cada momento en que los personajes intervenían, pero más aún a lo que no decían o no manifestaban en los diálogos. El paradigma escogido exigía subir los Alpes Piamonteses y obligarse al silencio de un momento histórico. Y así partí al propio “horizonte de expectativas” que mentó el lúcido Hans Robert Jauss. Esto es, un desplazamiento hacia los efectos que en mí como lector produjo.
Conocía a cabalidad otros textos escritos por nuestra querida Annamaria Barbera, aquellos fortísimos versos en que ella misma nos hacía repetir que la muerte no era nada, pero que de algún modo vuelve a asomarse en cada paso que damos en su novela.
La Italia se retoma en el trasfondo de la historia como un mandato creativo en su producción literaria o, mejor dicho, la enunciación de una serie de estampas narrativas que dibujan los recuerdos y nos transportan a un momento histórico de Europa en que la guerra puso a prueba a nuestros ancestros y los sometió a severas bifurcaciones del destino.
Inolvidables resultan personajes que forman verdaderos ideales y contención de deseos: Giulia, Concetta la pitonisa, Antonio o Pippo como se llamará después, Mariagrazia acompañada de Zinia y Filippo, Fra Genaro, Rossa, Marco, Domenico, Ginetto. Cada cual intenta sobreponerse a la muerte que oficia de telón de fondo a medida de que las páginas avanzan.Todos ellos protagonistas de anécdotas o sucesos simples y mágicos a la vez. Es muy rica en detalles la construcción novelesca que nos envuelve. Parece que oímos directamente el tradicional O bella ciao de los partisanos, que sentimos el aire fresco de las estaciones en Piamonte, que creemos en Splorcia, que vemos el jardín de los relojes, que cruzamos el puente de piedra, que viajamos en tren a Rusia, que oímos el cuento del Monje Siemprealegreque vemos brillar el sol en las hojas de un roble, que oímos a la mujer que llora, que nos asombramos con el hallazgo, que celebramos Navidad en el campo de batalla…y más aún.

Pero entre todos, Francesco Santini -a mi juicio- es el personaje más entrañable y logrado de la narración. Es él a quien la vida lo enfrenta primero a la enseñanza como labor de entrega y luego al campo de batalla. Pregunta Zinia a su madre:

“-Mamá, ¿por qué tuvo que irse el maestro si lo necesitamos en las escuela?- inquirió mientras su madre abría la puerta de la casa.
- Debe hacer la guerra como todos; hacen falta brazos en el frente de batalla. Ya habrá tiempo de estudiar cuando todo termine. Y no te quedes ahí mirando, ve a traer agua del pozo, que se hace tarde.

Y así podríamos conversar toda una velada sobre cada detalle que se concentra en la ilación de los párrafos. Basta pensar en Giulia. Recuérdenla cuando lean la novela. Ella se nos queda como todo el paisaje de una Italia que debió renacer.

11 de septiembre de 2008

Liceo Darío Salas convoca a la versión 2008 del Concurso Literario Cristián Basso




















Discurso escrito para la primera versión

Me senté a escribir estas palabras en lo sagrado de la medianoche, y soy el primero en estrechar este día el honor de entrar a mis años juveniles más próximos en nuestro Liceo Darío Salas, en el festejo de su 59 aniversario, a la par de las nuevas voces que hoy serán justamente premiadas en el primer concurso literario que por gran estimación lleva mi nombre.

Agradezco a las autoridades presentes, a los profesores y profesoras, al Departamento de Lengua Castellana que dirige la inolvidable maestra Patricia Frola y, especialmente, a la profesora Alejandra Rodríguez, amiga de años que permanece con su voz y su escritura, y a quien debo la gestación de este momento. Agradezco este viaje que desde la festividad me devuelve los colores de mi educación media, lo vivido por mis hermanos Maximiliano y Boris, también darianos; trayéndome con ello en el vuelo del recuerdo a compañeros y gente amiga que me brindó gran parte de lo que hoy camina conmigo por el mundo.
Regreso a la verdadera poesía, la escrita en la adolescencia, la primera poesía de todo poeta que no se sabe promesa porque es ya una realidad. Regreso a la pasión por escribir y al deseo loco de la eternidad que animó mis poemas en las clases impartidas por entrañables figuras pedagógicas que hoy nos acompañan, de las cuales recibí la palabra creadora y el impulso casi primigenio de la estampa dariana. Porque es así…nunca un dariano deja de serlo totalmente, siempre lo sigue orgulloso su origen, y así lo he comprobado en mis escrituras, mi oficio y mis viajes…
En toda parte me he encontrado con un dariano, contribuyendo a humanizar y alejando excesivos individualismos, desde aquella época en que la hazaña de un premio de poesía iberoamericano me honraba desde Europa, gracias a la vaticinadora insistencia del profesor Matus que confió en mi poesía y me instó a participar, como a ustedes este certamen de aniversario.Ahora, tras recibir la generosa invitación del liceo, me asaltaron de pronto una palabras bandidas…unas palabras que orbitaron en mi anhelo de volver a decir, de re-crear, de sentirme dariano como entonces; saberme formado en esta tierra educativa que proyecta más allá…No quiero con esto caer en los lugares comunes del halago gratuito y de los lagrimones nostálgicos que tanto consuelan al solitario, pero es inevitable para mí valorar alrededor de los días que pasan esta fiesta que fue partir sin abandonar las vitales enseñanzas recibidas. Permítaseme, entonces, la vuelta de mirada…
Aún en mí viven los amaneceres de escritura trepidante en medio de una lección de matemática, la biblioteca a la cual entré muchas veces a recibir el fuego vivo de nuestros autores nacionales y de aquellos que navegaban en las aguas vanguardistas del pasado. Regreso a este auditorio en el cual muchas veces leí aquellos textos gestados en la sala de clases, en los cuadernos ajados por la travesía de viajar desde muy lejos hasta aquí; las conversaciones en el patio central, las comunicaciones, las rebeldes ocurrencias de apagar la luz en las tardes de invierno, la subjetividad del aburrimiento y la sorpresa de la sabiduría, los diálogos con mis pares, ansiosos de ser adultos de golpe, indignados muchas veces con el acontecer histórico, motivaciones que alentaron mis primeros accesos a la literatura, tal como ocurre con los poetas y narradores que hoy llevan la responsabilidad del nombre de nuestro Liceo Darío Salas, como también de la nutricia literatura chilena. Para ellos va mi primer reconocimiento.
Tenemos en nuestra mente y nuestra alma la suficiente fuerza para resistir el suelo resbaladizo. Tenemos la posibilidad de recuperar los sueños y rejuvenecer cuando se cumplen 58 años, como si una magia se nos fuera concedida para fortalecer el prestigio que nos hizo formarnos aquí y que depende tanto de los alumnos, aquellos que ya estuvimos presentes como aquellos que están aún. Tenemos la posibilidad de entender que hoy somos darianos y que esa impronta nunca nos dejará. Tenemos la certeza de no caer en el recuerdo fácil los que ya seguimos nuestro carro; pero tenemos en ustedes sobre todo la certeza del hombre y de la mujer justos, libres y valorativos de lo humano.
José Hierro, el poeta-puente de España, apunta en unos versos que para cantar hay que vivir. Creo, firmemente, que ese canto hoy regresa para quedarse con nosotros que estuvimos esperando su llegada. Un canto que rompa el silencio y nos devuelva a creer. La posibilidad de recuperar nuestros más hidalgos valores como caballeros de nuestro tiempo, como entendedores de nuestra responsabilidad social, como artistas y hombres que asumimos sin temor el develar las crisis de nuestro tiempo.

Muchas gracias,
C.B.B.

Es tiempo de Samir Nazal: tras su muerte renace su obra literaria


Los miércoles de Samir


Los miércoles siempre fueron de Samir. No sé qué había en ellos, pero solían congregarnos en su departamento de Toesca, en la delicia del fresco aire del alba, tras noches vivas de conversación, confidencias, poesía y mucha Mistral desde el inicio. Y como fueron días suyos, murió el miércoles 4 de junio de este año. Somos varios los inconsolables, están nombres presentes. No nombraré ninguno por ahora, para no olvidar a nadie. Sólo mencionaré el cobijo y el cariño con que su familia nos ha tratado a los hijos putativos. Gracias Samir-sobrino, gracias Ramsa, gracias a todos y todas. Gracias a Virginia. A tantos. Abrazos fuertes.


Con Samir
No sé qué acordaron nuestros destinos para darnos la gracia del encuentro en el glorioso año del encuentro de 1993, cuando aún yo era un alumno que no soltaba la bufanda ni la escritura de poemas en cuadernos de liceo, y me empezaba a familiarizar con el café fresco y los berlines de crema conque me esperaba en ese espacio edénico mi gran maestro, mi fidelísimo padre, mi dador de palabras y ritmos, hasta ahora que ya no puedo gritar desde la calle que me lance las llaves para subir a abrazarlo y recibir sus ritos de afecto para el hijo suyo que soy y que ha quedado a la deriva, aunque la fuerza suya me siga latiendo como un verso nuevo.


Lo primero que conoció de mí fue una edición hechiza de Alalia, mecanografiada en una Underwood heredada de mi tía abuela Alisa, que le llevó un amigo de mi hermano gemelo; lo primero que conocí de él fueron advertencias ante su juicio crítico, la brillantez de su intelecto y la severidad conque podía abordar la lectura de mis textos. Tuvo durante unas semanas el libro empastado con letras doradas borrándose, en cuyo interior figuraban ilustraciones a grafito y un orden que yo ingenuamente creía terminado. Al pasar los días, recibí una invitación suya para visitarlo en una librería de viejo de la calle Manuel Montt, frente a Providencia. Y fui. Más allá del primer temor de su crítica, tenía ansias de conocerlo. Ya me era mítico y quería saber más sobre él. Nunca he conocido a nadie más afectuoso en mi vida, más alegre y más pro-amor a la vida. Gustaba de abrir las puertas de su casa a quien lo visitara. Y se convirtió rápidamente en padre de aquellos que no lo tuvimos. Generoso hasta la saciedad, preocupado de cada paso de nuestros destinos más privados y públicos; conversador y entusiasta, lúdico, ingenioso, artístico, trágico, malhablado y solemne. Admirable en cada conversación.


Aparecí en la librería con timidez. Él me indicó una silla, me saludó afectuoso y me dijo "eres un palabrero, pero un gran poeta. Hay que pulir mucho". Luego hablamos de lecturas, de proyectos, de ideas y me desafió a continuar de memoria la lectura de algunos poemas de Gabriela Mistral que él admiraba mucho. Tuve suerte. Al cabo de dos o tres versos dichos por él, yo continué de memoria lo que restaba para concluirlos. Esa mañana fue inolvidable. Aún lo veo reír, encantarse verso a verso, café tras café, palabra tras palabras. Yo estaba maravillado por su conversación, fue un "satori" (como decía él, es decir, "una iluminación") sentirme al fin al centro del corazón de mi familia. Lo supe un padre y amigo de inmediato. Y lo seguí siempre, durante los quince años restantes de su vida carnal.


Primeros atisbos de la memoria
Más adelante, conocí varios de sus amigos más cercanos y compartí a menudo con su entorno cultural y personal como Andrés Pérez, León Pascal, Daniel Pizarro, Luis Alberto Mansilla, entre tantos otros. Fui un hijo que educar. Y me educó hasta el último día que compartimos. Me hizo partícipe de lecturas públicas, me instó a trabajar de modo sistemático, pasamos muchas noches leyendo, riendo, llorando, contándonos historias, analizando lo inmediato, acechados siempre por el amanecer. Corregimos con entusiasmo mi segundo libro y pasamos juntos historias que poco a poco irán aflorando, tras las pausas del dolor que me impiden escribirlas por ahora. Pero fueron años de gran fuerza, de "tristuras" como él las llamaba ; y de la "fiesta de vivir" a que siempre me invitó. Cuando cumplí 30 años, y yo anhelaba trabajar en el tercer libro, me entregó la libertad para trabajar solo, porque ya estaba preparado para ello. Según sus palabras, era impresionante cómo yo llegaba hasta su casa con textos nuevos, haciendo correcciones que él habría determinado para ese proyecto poético. También le ha ocurrido a otros escritores y poetas jóvenes de la época, algunos de la Generación de los 90 que, al igual que yo, recibimos de él tanto que agradecerle. Quienes lo conocieron de verdad, saben lo que nos significamos uno para el otro. No corresponde que yo haga alarde de ello. Me quedo con su imagen viva, el llanto sin parar que me dejó su muerte, el júbilo de ser uno de sus discípulos más próximos y la poesía como destino que, al abrir la puerta de su departamento, para toda la vida me regaló. Recuerdo, por ejemplo, la lectura que hizo de su "Carne sola". Para mí, y fuera del lazo afectivo que me une a él, es uno de los más grandes escritores de la lengua española actual.


Extrañamente, este año fue el del desprendimiento. Amar al maestro y desprenderse de él es uno de los sinos más dolorosos a que me enfrentó Samir. Era el costo de acompañarlo tanto. Durante los dos últimos meses yo trabajé en silencio mi tercer libro, pensando que esta vez Samir debía conocer el resultado y juzgar el proceso. Sentí que debía liberarlo del agobio de pulir, pero una semana antes de llevárselo, él moría en su cama. Quizás haya sido una aprobación para el texto. No lo sé, pero fue increíble leer después de enterarme de la horrenda noticia de la "disgregadora impura", todo el sentido que alcanza aquel poema. Quedo con la satisfacción de que no es un poema post-mortem pensando en él. No. Es un poema que tendré que leérselo apenas nos encontremos otra vez. Bendito seas donde estés, adorado y admirado padre mío. Nos quedará levantar la casa del fulgor de tu obra literaria. El mundo recién presiente esa avidez.