18 de diciembre de 2009

La voz poética de Pepa Mas Gisbert


Pepa Mas Gisbert (Valencia, España) nuevamente me ha sorprendido: ha publicado poemas suyos en el sitio web Almiar (Mar de Poesías) bajo el título Palabras Náufragas y, además, ha grabado con su voz maravillosa un poema de Manía de Hojas en su conocido Blog "Mi nombre es Alma" (http://elnegrodemacguffin.blogspot.com/), gentilezas que sólo algunos poetas de alma generosa conocen.

Sus poemas...

La poesía de Pepa es siempre inquietante, musical, de una rítmica belleza. La serie de poemas que ha editado en internet condensa con acierto y musicalidad un lirismo profundo en donde el sujeto poético construye desde la emoción un cuestionamiento existencial con el que dialoga o describe la realidad. Me tomo la libertad de transcribir tres de ellos para compartirlos:


la palabra naufraga en mi boca
la palabra miedo
no es lo mismo que el mismo miedo
aunque la mastiques con tus dientes
y la expulses con el aire
el miedo no desaparece
la palabra amor
no es lo mismo que el mismo amor
pero pienso atraparla con mi lengua
y absorberla con un suspiro
para que el amor aparezca

renacerme

mañana me dirigiré al mar
quiero que me cuente el húmedo secreto
que esconden sus vaivenes
me adentraré en su insólita calma
sumergiré mi piel en la ebria espuma
borrará la palabra que llevo escrita
ese cerrado círculo del zodiaco
que me impide avanzar
y ese bautismo
me hará renacer


a una mujer tendida en el suelo

veo tu blanca y rota silueta
tus rojas uñas sin esmalte
el cárdeno color que te maquilla
negra es la noche
oscuro tu amor
alguien levanta tu cuerpo
te arrulla una sirena azul
cien caballos te arrastran
sola queda la calle
sola estás tú


Imagen disponible en el sitio web: http://lamardelibros.files.wordpress.com/2009/06/libros-y-mar.jpg

16 de diciembre de 2009

De ayer a hoy

Sin agredirme,
entra la luz a los pies de tu cama.
Las paredes enaltan los años 40,
suben en su color la hiedra de los musgos.
El polvo y la madera aquí siempre se besaron.
Yo duermo.

Y tras la noche reída y ocultada
de innumerables confesiones,
sin la urgencia de ser dichas, pero dichas,
caí a soñar entre tus sábanas,
caí a lo irrisorio de la fe,
supe soñar sin recordarlo todo
como el reflejo de quererme.

Sin agredirme, estabas tú,
serenamente verde en tus ojos,
durando en la sangre del respiro.
Tu cuerpo que durmió lo ajeno
yace viviendo la ilusión
de niños perdidos en su propia edad.
Abro la lentitud de la mirada
y te veo de espaldas,
y veo el recorte de tu espalda,
el contraluz de tus años,
tantas mañanas como ésta
en que partió de aquí un amante tuyo,
pasajero para amar la luz perdida,
y tantas bestias velando mis brazos,
apenas dichos por el amanecer,
leves susurros de puertas cerrándose.
Quiero que sea de lluvia lo eterno;
grisácea frescura, el cobijo.

Quiero volver al embrión de mi suerte,
empañarme en los vidrios de tu vista;
renacer pequeño, feliz de tenerte,
de haberte, de serte, de escapar
al cierre del futuro,
de envejecer contigo como tantas palabras
que entre el humo se vuelven figuras.

Oírte una vez más
a los pies de tu cama:
«Mientras dormías,
parecías un ángel».

De "Manía de Hojas" (RIL Editores, 2009,Santiago, Chile, 128 págs.)

2024: aniversario de «Alalia»

(Ilustración de la artista francesa Clo Guigues) SONIDO     Una lengua de pájaro -el verde-. La lluvia en su casa   -y en la mía-; dos ojos ...