14 de febrero de 2024

2024: aniversario de «Alalia»




(Ilustración de la artista francesa Clo Guigues)


SONIDO
 
 
Una lengua de pájaro
-el verde-.
La lluvia en su casa
 -y en la mía-;
dos ojos para compartir la mesa
en la llama del adobe,
en cada hoja herida al aire,
en la soledad hecha viento
a galope de agua.
Solo una voz desciende
a este silencio,
sacude los pies del abismo,
anega el canto
y lo exprime en mis manos
haciéndose arena.

«Alalia» aparece con la impronta del don, pero es logro del quehacer poético arduo, tanto como de la visión cuyo origen se desconoce. Sin obsesionarse por adquirir oficio y técnica, asume ambos en la escritura, sobreimponiendo la expresión al virtuosismo, equilibrio que consigue quien tiene qué decir, naturalmente.

Su poesía fluye como corriente fecundadora. Al enfrentarse al mutismo aparente y circundante, discierne la disyuntiva: ¿por qué la voz y no el silencio?, ¿por qué la vida y no la muerte? Comprende que absolutizar esta percepción la convierte en una falacia. Y plasma el proceso: la metamorfosis del silencio; la asperosidad del ruido primigenio; la guturalidad inicial del ser, del árbol y del pájaro; la alarma de la palabra en el tiempo lo conducen hacia el canto orgánico y la música íntima que proyectan un crecimiento de la voz, ya extrapersonal. Así, lo obvio esquiva su morbidez y ocurre la armonía de los contrarios.

La palabra se convierte en fruto que adensa lo percibido y lo intuido; capta la sombra de la vida y la luz de la muerte, y viceversa.

(Samir Nazal: prólogo a la primera edición)

1 comentario:

Nuria de Espinosa dijo...

Un libro prometedor. El poema que acompaña deslumbrante. Me pediste amistad por Twitter, la he aceptado y visitado tu blog. Me gusta y me quedo en él. El mío es Bitácora literaria por si te apetece pasar por mis letras. Saludos