17 de diciembre de 2024
5 de diciembre de 2024
Encuentro poético con estudiantes de la Facultad de Filología, Traducción y Comunicación de la Universidad de Valencia (España)
El encuentro poético se llevó a cabo el 5 de diciembre durante dos horas en la modalidad virtual, ocasión en la que los estudiantes expusieron el resultado de diversas actividades que desarrollaron en torno a la lectura de “Ser a la vez el pez y la pecera” (Cuarto Propio, 2024). Entre ellas, expusieron traducciones de poemas al francés, escritura creativa basada en los poemas del libro recientemente publicado por Cuarto Propio, análisis de textos poéticos y exposición de preguntas sobre el proceso creativo de dicha obra.
2 de diciembre de 2024
Comentario del escritor Luis Caroca a «Ser a la vez el pez y la pecera»
12 de octubre de 2024
"Ser a la vez el pez y la pecera": Lectura del poeta Federico Espinosa
Ser a la vez el pez y la pecera, ser los ojos y el mundo, ser el cuerpo y el alma, el juego poético de Cristián Basso busca lo trascendental, ir por el camino de la palabra desmenuzando el mundo que habita y, a la vez, el mundo que habita al poeta.
“Y entre las multitudes ser ninguno”: disolverse, volverse la nada misma un acto de sacrificio, la carta marcada en la mano llena de soledad de alguien que puede ser Cristián o algún otro, quizás la sombra del poeta buscando la luz entre las letras del poema.
El camino del libro está lleno de portales hacia el afuera y hacia al adentro del poeta; una búsqueda constante para tratar de entender lo que habito y lo que me habita, dos mundos para los ojos de un solo hombre.
“El mar es un sueño de junio”, nos dice en el poema "Veleros". ¿Qué se sueña cuando la nostalgia del recuerdo ha invadido la sangre? Quizás la hombría de reconocer que el tiempo ya es otro, como diría Pablo Neruda: “Nosotros los de entonces ya no somos los mismos”.
Los poemas del libro caen suaves como una llovizna sobre los pinos verdes del sur, se van desarrollando, florecen, explotan como las flores al llegar la primavera. Al final, como nos dice en el poema "Capricho de cadenas", “El cuerpo cederá al traje/ y luego el traje a la voz/ y, al final, la voz/ a la sorpresa”.
La magia vive en las palabras de la poesía. El poeta es un alfarero creando latidos entre hoja y hoja, un leve arroyo corre por la imaginación del lector, luego puede aparecer un rÍo o tal vez la pecera desde donde Cristián cuenta. Nos deja leer su mirada, nos deja entender un poco más su alma.
“El era árbol/ al centro de la niebla”: una imagen que traslada, una imagen plagada de soledad, una imagen bella en su simplicidad y profunda en su sentido. Por esta línea y por cada poema del libro es que vale la pena atreverse a ser ese pez y la pecera.
(1) Federico Espinosa (Junín de Los Andes, Argentina) es autor de los poemarios Hombres de arena, Diario de un Ocaso, Intemperie, El Privado, Dame tu fuerza, Pegaso; Parque Industrial y El buey que ara la noche.
En:https://vozdearena.blogspot.com/2024/10/lectura-de-ser-la-vez-el-pez-y-la.html
17 de agosto de 2024
Imágenes de la presentación de "Ser a la vez el pez y la pecera", por Antonia Rozas
15 de agosto de 2024
Masiva presentación de "Ser a la vez el pez y la pecera", de Cristián Basso, en el Centro de Extensión del Palacio Pereira de Santiago
30 de julio de 2024
«Ser a la vez el pez y la pecera» ya se encuentra disponible en librerías y sitios web
10 de julio de 2024
«Ser a la vez el pez y la pecera», el regreso poético de Cristián Basso (Cuarto Propio, 2024)
Nos encontramos aquí con un poeta verídico, sin duda, uno de los mejores de su generación, por su amoroso oficio, su fidelidad al ritmo que mueve al sol y las estrellas, su contundente destreza verbal. Cristián Basso ha sido capaz de conducir la forma a la emoción, haciendo de esta un impulso perdurable, digno de recordarse y celebrarse.
Rafael Rubio
La voz que recorre los versos de la poesía reunida del poeta Cristián Basso está estremecida por habitaciones de la memoria íntima, por puertas que se abren y objetos que llaman a nuestra observación. No solo el poeta observa: las y los lectores somos enviados a recovecos de nuestra propia intimidad. Las voces, veladas a veces, salen de los rincones y nos transportan a la naturaleza, que canta y nos saca de la realidad, pues se conecta con los influjos de nuestro ser.
Paula Ilabaca
El mundo está lejos porque el mundo es la muerte aunque se cuele por las ventanas como las canciones. En esta intimidad, en esta obra, uno es el que mira hacia dentro y el que escucha porque, en efecto, quien lee es el pez y la pecera. Esa es la maravilla.
Héctor Hernández Montecinos
ARTISTA PLÁSTICA Clo Guigues ilustra el nuevo poemario
30 de junio de 2024
«Ser a la vez el pez y la pecera», nuevo libro de Cristián Basso (Editorial Cuarto Propio, 2024)
28 de mayo de 2024
6 de abril de 2024
14 de febrero de 2024
2024: aniversario de «Alalia»
«Alalia» aparece con la impronta del don, pero es logro del quehacer poético arduo, tanto como de la visión cuyo origen se desconoce. Sin obsesionarse por adquirir oficio y técnica, asume ambos en la escritura, sobreimponiendo la expresión al virtuosismo, equilibrio que consigue quien tiene qué decir, naturalmente.
Su poesía fluye como corriente fecundadora. Al enfrentarse al mutismo aparente y circundante, discierne la disyuntiva: ¿por qué la voz y no el silencio?, ¿por qué la vida y no la muerte? Comprende que absolutizar esta percepción la convierte en una falacia. Y plasma el proceso: la metamorfosis del silencio; la asperosidad del ruido primigenio; la guturalidad inicial del ser, del árbol y del pájaro; la alarma de la palabra en el tiempo lo conducen hacia el canto orgánico y la música íntima que proyectan un crecimiento de la voz, ya extrapersonal. Así, lo obvio esquiva su morbidez y ocurre la armonía de los contrarios.
La palabra se convierte en fruto que adensa lo percibido y lo intuido; capta la sombra de la vida y la luz de la muerte, y viceversa.
(Samir Nazal: prólogo a la primera edición)
23 de enero de 2024
Nadine Alemán presentó nuevo libro de cuentos en Esquel (Argentina)
Nadine Alemán presentó en Esquel (Argentina) su nuevo libro de cuentos: «Los nueve nudos del diablo», publicado por Sansón Editorial.
La publicación, que se suma a sus obras «17 simples cuentos» (2006), «Letal intensidad: poemas y tangos» (2009) y «El cura y la sucia» (2012), reúne nueve relatos breves de gran intensidad y creatividad narrativa, propios de su estilo literario, que atrae y sorprende siempre. Por supuesto que hablaremos de este conjunto de impactantes historias en una próxima reseña.
A continuación, un fragmento del relato «Alazán negro», perteneciente a esta valiosa y reciente edición:
ALAZÁN NEGRO
A Luis Cuadrado
Cuando se casan se visten de blanco. Y de blanco se visten en las playas en año nuevo. De blanco me dijeron que son las cosas finas, y la gente fina es flaca y blanca. La bondad parece que también es blanca.
Yo nací así. Le dijeron a mamá que yo tenía monocromatismo, que mi mundo se reduciría a la ausencia de color y que perdería agudeza visual cuando más luz hubiera. Todo al revés. Por eso sería que de chiquita me lo pasaba en el galpón, sentada en los fardos, jugando a adivinar quién pasaba por el portal y qué vendría a buscar. Y lo mejor era cuando entraba el alazán negro.
-Es un alazán, no es negro, es alazán, marrón rojizo, no es negro- me decía ofuscada Albina, una de mis cuñadas.
A mí no me importaba. Para mi vista sensible, percibir al alazán en el portal con sus orejas erguidas y su ronquido era de lo más placentero, prácticamente una melancolía dulce que me traía sosiego y seguridad.
-Sacate de encima a la ciega- solía decirle Albina decidida a mi hermano-. Esa chica tiene algo, ¿ves que todo lo ve al revés? Siempre tu mamá la protegió mucho, pero esta chica así trae desgracia- le horadaba Albina a mi hermano para apurar mi ausencia y a su vez, su titularidad absoluta en presencia y papeles.
Mis hermanos eran mellizos, y vivían hundidos en la tranquilidad de lo idéntico. Como idénticos eran ellos sus familias también lo eran. Todos tan blancos y tan iguales como sus intenciones. Idénticas.
Cada conversación que escuchaba de mis hermanos acerca de llevarme a un internado lejano, me llevaba al galpón, a los fardos a esperar la entrada del alazán y su diálogo reposado de patas inquietas y bufidos que me invitaban a caminar hasta los álamos, que me esperaban con su apaciguador sonido ondulante.
Más de una vez el chillido del alazán negro acompañado del manotazo les habían tirado los vasos. Los vasos que me traían mis cuñadas Blanca y Albina, siempre tan atentas con sus juguitos, vaya a saber de qué, que me llevarían lejos de este campo. Y así no más nos íbamos con el alazán hacia el bosque cercano que nos recibía en su pacífica y sinuosa oscuridad.
Durante mucho, mucho tiempo los cuatro Insistieron en mandarme a la iglesia, como si furtivamente pensaran que mi mundo en blanco y negro mudaría mi temperamento de hija tardía a una harpía de oscuras voluntades.
-¿Entonces la maldad es negra? - le pregunté a la monja.
-Claro, claro, la maldad es negra- sentenció la sor mientras salía apurada de la iglesia.
Texto completo disponible en el blog de la autora: http://nadinealeman.blogspot.com
Conversatorio y lectura poética en las VI Jornadas de Investigación del Doctorado en Literatura de la Universidad de Chile
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